Lo ideal sería disponer de tiempo para dibujar todos los días. Dedicar un rato a crear bocetos de imágenes que nos llaman la atención, como posibles recursos para futuras composiciones, o simplemente para continuar perfeccionando nuestra técnica de dibujo. Algunos de ellos no serán más que esbozos rápidos en un papel; otros irán tomando cuerpo y personalidad convirtiéndose en el germen de trabajos más elaborados, más sesudos y más sentidos... Pero para mi todos ellos significan momentos de liberación mental y de evasión de la realidad; esos momentos de creación en los que la mente vuela, se deshace del ego y entra en un estado de concentración y comunión con lo que está creando tal, que casi diría que es como meditar. Al fin y al cabo no importa el resultado, sólo el proceso. Vivir y disfrutar ese proceso creativo del boceto; la MAGIA del DIBUJO.
De nuevo pido disculpas por la calidad de las fotos, están hechas con el móvil...
