jueves, 15 de marzo de 2012

La Tía Camandica

Quería escribir un cuento pero se ha transformado en un blog.
Lo único que tenía claro era el título; La Tía Camandica.
La Tía Camandica y el hilillo de sangre era un cuento que mi abuela Dolores, contaba a sus nietos cuando estos no querían beberse el vaso de leche.
Para ser sinceros apenas recuerdo el argumento de las millones de versiones que nos fue contando a lo largo de los años en que utilizó a este personaje como arma disuasoria. Estoy convencida de que ni ella misma se sabía la verdadera historia, es más, podría asegurar que esa historia no existe, sino que mi abuela se la iba inventando al tiempo que la iba contando y era incapaz de recordar los detalles al siguiente pase. Así que suplía esa falta de memoria concreta con grandes dosis de certera intuición.


Este personaje, con los años fue cambiando su terrorífico aspecto de bruja mala que pinchaba en el brazo a los niños que desobedecían a sus abuelas y les extraía un hilillo de sangre, por el cálido sentimiento de amor que guardo del recuerdo de mi abuela ausente. Ya no siento miedo de ella ni de su sombrío compañero de correrías, el Hombre del Saco, sino que el hecho de traerla a mi memoria es sinónimo de invocar la presencia de mi abuelita y dejarme envolver por los luminosos recuerdos del pasado.
Han pasado muchos años desde que mi abuela ya no está; trece años es toda una vida. Sin embargo, no sólo el olvido no ha hecho mella en mí, sino que la esencia de mi abuela es cada día más fuerte en mi interior.
Ahora yo soy madre. A veces le hablo a Olivia y a Samuel de mi abuela, hilvanando pequeños trozos de recuerdos que llegan hasta mis labios transformándose en palabras. Sé que aún son muy pequeños para entenderme, pero con sus sonrisas me alientan a continuar alimentando su bagaje familiar. Desearía que mi abuela hubiese conocido a sus bisnietos en esta vida y que ellos hubiese tenido la oportunidad de escuchar de primera mano las aventuras de La Tía Camandica. Pero no pudo ser, por lo que mi intención era escribir una historia para ellos tres, para mi abuela y mis hijos. Una historia que los conecte a través del universo.


Este blog es en memoria de mi abuela.


Y comenzamos...

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